Especial ilusión me hizo encontrarme con este registro español tan lejos de casa. Nada despreciable las joyas que se encuentran aparcadas detrás del G200.
Lo de que los privados hayan vuelto a Barajas es un gustazo. A falta de otras cosas, los "privis" le dan un buen aire al aeropuerto. A este hacía como dos años que no le tenía enfrente...