Cuando un planeador aterriza fuera de campo, siempre suele ser visitado por grupos de curiosos. Lo que no es tan frecuente es la visita de un rebaño con el pastor y dos perros para contemplar el avión, como en el caso de este aterrizaje en el corazón de la Mancha, provincia de Ciudad Real, con cuyo vuelo su piloto (a) Montse B. cubrió su distancia para la insignia "C" de plata, en una de nuestras estancias anuales en Mora de Toledo. Escaneada de la foto original hecha casi 20 años atrás.
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