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Remarks |
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A primeros de los setenta las cosas en el Sahara se pusieron bastante calientes. El fracaso de los Buchón, obligó a emplear a fondo a los "Pedros" y pensar en otro avión de apoyo a tierra mas apropiado, de mayor radio y ágil a baja cota. Ante la negativa de USA a autorizar el empleo de los T.6 “arrendados” por los acuerdos hispanoamericanos y pensando en la positiva experiencia de los franceses en Argelia con estos aviones, se decidió comprar este material sin restricciones en el abundante mercado de segunda mano, incluido el americano de excedentes de guerra. A varias partidas de T-6D con este origen y a los Saetas (que pasaron a llamarse C-16A/B, según de la serie que provenían), se les dotó de 4 ú 8 lanzacohetes Oerlikon suizos (ya probados en los C.4K Buchón y mas eficaces que las bombas) y de dos ametralladoras (las previstas en proyecto para el Saeta y una por cada ala en los T-6D), para apoyo a tierra con mas agilidad que los C.4-K, mas propio éste para misiones de defensa aérea, que obviamente nunca cumplió. En la imagen un T-6D (y su punto) patrullando por la inmensidad del desierto.(Colección Juan Arráez).
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