Instante en que el piloto Josep Ollé suelta la cuerda después de remolcar un velero Blanik. A él se la dedico, la tiré el día en que le conocí y todavía no me imaginaba que unos años más tarde sería mi instructor de vuelo a vela, un honor para mí.
Muchas gracias de nuevo por dedicarme esta añeja instantanea, reflejo de nuestra actividad en las épocas gloriosas... De los bellos recuerdos de entonces, quiero dejar constancia del inmenso privilegio que fué para mi el hecho de poder llevar delante a pilotos de tu talla y que incluyo al amigo Xavier B. los dos de la misma escuela. Logicamente se trataba de autentíficar legalmente que estabais preparados para volar solos en velero, pues lo que se dice enseñar, tratándose de vosotros logicamente no era posible... Un abrazo.
Oriol Battestini
3-1-2013 22:31:35
Bueno pues digas lo que digas yo aprendí mucho y disfruté lo indecible.