Si la llegada de un cuatrirreactor todavía hoy hace las delicias de los aficionados, hay que imaginarse lo que representaba la llegada de los DC-8 de Panamerican en los años sesenta. Constituía todo un acontecimiento incluso para los propios empleados del aeropuerto.
Fenomenal ! Todo un espectaculo el DC-8. Elegante y con unos motores pequeños con toberas de escape con abultados silenciosos....os los imaginais ahora con modernos turbo-fan..?