Este 321 propiedad de ILFC fue entregado a Swissair en enero de 1997 operando con la compañía suiza hasta el fatídico día de su quiebra en marzo de 2002. Después trabajó con Air Mediteranée y Hermes Airlines con la que protagonizó un fatal incidente el 2 febrero de 2016 al explotar un artefacto en vuelo que abrió un agujero en el fuselaje pereciendo el pasajero que lo portaba en su equipaje. El avión consiguió aterrizar en Amman y voló una semana después hasta Jeddah aunque a baja altitud.