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Remarks |
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Aquel verano de 1968 en Pollensa debió de ser bastante movido. Las pruebas en vuelo de los tres “nuevos” HD-1,2 y 4 debieron estar plagadas de pequeños incidentes. Aquí vemos a uno de ellos, estrenando su flamante esquema de pintura que los distinguió del periodo anterior, que acaba de salir del pequeño puerto a la bahía con solo los dos motores exteriores en marcha, para maniobrar mejor en el agua hasta decidir la orientación del despegue definitivo. Pero algo no debió ir del todo bien, pues la imagen nos muestra a tres mecánicos junto al avión, DETRÁS del fuselaje (en la lancha neumática que sustituyó por avería definitiva a la potente “Pollensa” alemana) en ayuda a la avería que pudiera presentarse. Igualmente, parte de la tripulación asoma por las claraboyas, probablemente para determinar la naturaleza del apoyo que sería necesario para intentar despegar. (Foto remitida por Luis Ortega Zaforteza)
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