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Remarks |
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Aquel mismo año, recién incorporados los C-130H a Zaragoza, en este mismo avión como ya dije en http://www.aviationcorner.net/show_photo.asp?id=22280 por primera vez, por dentro “oli” a nuevo en un avión del EA. Fue una rara sensación que repetí en 1975 en mi primer vuelo con un Hércules, en el que fuimos a Gando (ya desde Getafe, con un equipo de rescate a recoger un T-7 con una extrañísima avería) y en plena “marcha verde”. Desechamos ir en un DC-4 del 352 Escuadrón por ir éste a tope de minas terrestres y hacer mal tiempo en toda la ruta La escala del T-10 en Getafe dos horas mas tarde nos vino al pelo, ya que solo llegamos 15 minutos después y algo menos asustados. Un estreno horrible (aunque en ningún momento sentí miedo) en el que a pesar de desvíos y cambios de nivel hasta 21.000 pies llegamos agotados. Ni que decir tiene que la tripulación del DC-4 si llegó algo asustada pues se tragaron tres rayos durante el viaje que les averiaron los descargadores estáticos. Un consuelo, pues. Solo era molesto la baja luz y ruido en la bodega (acabé por tumbarme entre dos asientos de malla) que contrastaba con la mas silenciosa y luminosa cabina, aunque todo se veía gris claro por los ventanales. No lo olvidare nunca aunque luego hice vuelos muchos peores en otros aviones. La actuación de estos aviones fue providencial ante la ya baqueteada e insuficiente flota de Ala 35, única útil para estos largos vuelos. (Colección Juan Arráez).
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