Los ví muchas veces en Roissy CDG en otros tiempos, cuando no me había picado el gusanillo de la fotografía aeronáutica. Ahora verlo tan cerca y tan quieto produce un cierto sentimiento de nostalgia.
No suelo subir fotografías a 1600 pixels, pero en el caso de esta fotografía la intensidad de la tormenta y el contraste con los colores del avión me lo pedían a gritos. Dedicada a mis compañeros de viaje a Toulouse.