Llegó en agosto de 2020 cuando despegó de su yate y se estuvo en la intemperie en el aeropuerto de Sabadell unas cuantas semanas, hecho inusual.
Tras una pequeña estancia en Alemania ha vuelto pero al helipuerto de Barcelona, más cerca del Samar, el yate al que pertenece y que hace años que frecuenta la ciudad condal.
Su singular pintura de baja visibilidad no reflectante incluyendo las palas de los rotores me hace pensar que se tratara de un aparato militar.
|
|