Posiblemente una de las condiciones de luz más extremas, bonitas y extrañas que he fotografiado en mi vida.
En las fechas que fuimos, toda Rusia estaba invadida por fuertes tormentas, chubascos y mucho frío (y eso que era pleno mes de Julio...).
Aquel día no fue para menos y los chubascos se interrumpían con claros y ofrecían luces de lo más variopintas, pero sin duda alguna este momento se lleva el premio gordo.
Tras pasar por encima nuestro un cúmulo tormentoso (de los que desearías estar en casa calentito y no en medio de la nada), ese cúmulo se situó al fondo de la escena ofreciendo como lienzo un tono casi negro, y a su vez, un rayo de sol salió a iluminar el Ilyushin que en ese momento estaba aterrizando.
No os penséis que es Photoshop, si os fijáis, aún hay partes del fuselaje que lucen ligeramente sobre-expuestas, por lo que incluso se podrían haber oscurecido un poco más dando un contraste todavía más exagerado.
Sin duda alguna, un día, un momento y una foto que nunca olvidaré.
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