Después de casi tres años aún sigo maravillado de la impresionante luz del invierno noruego y de lo bien que lo pasamos en Oslo Celia, Alejandro Álvarez y yo con Jorgen Syversen y con nuestro amigo Jan-Kare Folstad.
Espero que puedan volver a volar pronto los 787, tuve la suerte de poder cazar este llegando a Heathrow justo en uno de los pocos ratos de la mañana sin lluvia.