El del turismo ruso a bombo y platillo, dos semanas y no volvimos a saber más de ello. Vino desde Moscú junto con un B737 de Gazpromavia, ambos permanecieron dos noches en la isla esa vez que vinieron.
El mismo que viniera por entonces, en 2008, a Lanzarote por aquello de llamar a la puerta del turismo ruso en la isla, no se le ha vuelto a ver más. No hay más remedio que acercarse a TFS.