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El motor CT-7 en la misma sala de pruebas, desde otra perspectiva en la que se ven mejor todos los detalles y conexiones del conjunto, las cuales se configuran en los ordenadores en la sala de control, para asegurarse unos parámetros exactos en la próxima prueba. Al fondo a la izquierda, un extremo de la gran puerta que comunica esta sala con la de preparación de los conjuntos de bancadas y los elementos que lleven (p.e.-tampoco los frenos del par rotor son los mismos para los tres motores). Otra posible variación es cuando se prueba un Turbomeca Makila (de los (Superpuma) que al tener una salida se gases lateral y el eje de tracción trasero, esta parte del primer plano de la derecha cambia totalmente.
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A primera hora de la mañana y despues de un buen chaparron.
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Hasta que se arregló un poco el día menudas nubes.
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Este banco de pruebas, que empezó a funcionar en 1993 en la Maestranza Aérea de Madrid, es un banco polivalente para motores turboeje que puede probar indistintamente las diferentes versiones de los motores del Super Puma, del CN-235, del C-295 y del CL-215/415 en servicio en el EA. Basta con modificar algo las bancadas, el utillaje y adaptar el software de las consolas para que, en algo mas de UNA hora esté instalado el motor siguiente sea cualquiera el que haya sido probado anteriormente. Es de los más modernos en esa categoría y casi sin duda el más polivalente. Es asombroso presenciar una prueba y ver como van variando los parámetros en las pantallas y no oír si el motor esta en marcha o no, salvo que conecten los altavoces de interconexión con la sala del motor. Foto dedica a nuestro amigo A. Camarasa
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