Durante un reciente ejercicio organizado en Europa, Lockheed Martin hizo una demostración de las capacidades de vigilancia fronteriza avanzada desde un vehículo opcionalmente pilotado (OPV, por sus siglas en inglés). Lockheed Martin y su equipo mostraron cómo las capacidades de inteligencia, vigilancia y reconocimiento aéreo, tradicionalmente centradas en defensa, pueden ser adaptadas para ejecutar una dinámica labor de protección fronteriza, búsqueda marítima y rescate.
FRONTEX, cuyo objetivo es reforzar la seguridad de las fronteras exteriores de la Unión Europea, albergó los ejercicios para comprobar las capacidades existentes en un entorno real. Este ejercicio tenía como fin último mostrar cómo los OPV o los vehículos no tripulados pueden contribuir en la mejora de la vigilancia fronteriza en el dominio marítimo. Lockheed Martin mostró cuán rápido los OPV pueden localizar actividad sospechosa, o detectar barcos en peligro y enviar inmediatamente imágenes, vídeos u otra información relevante a una estación base.
En el ejercicio se usó un avión Diamond Airbone Sensing equipado con una cámara FLIR electro óptica con infrarrojos y un potente equipo de comunicaciones. La aeronave recogió vídeos e imágenes en alta definición en diferentes vuelos. La información capturada fue transmitida a un sistema de tierra, ofreciendo a los receptores una mejor comprensión de la información y un conocimiento más amplio del entorno inmediato. Los analistas de la estación de tierra pudieron ver los datos casi a tiempo real y actualizar la situación al resto de los usuarios en la organización. El equipo de Lockheed Martin también mostró cómo compartir fotografías de situación con un amplio abanico de tecnologías de visualización, desde ordenadores hasta dispositivos de mano.
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