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Remarks |
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Unos 60 años después que sus tatarabuelos patrullaran el Mediterráneo desde la misma bahía salvando vidas casi perdidas, este avión abandonaba por últimas vez las aguas de Pollensa llevando en sus carnes el soporte de los mismos huesos de uno de aquellos tatarabuelos. Apenas 24 horas de su presencia, después de rendir viaje alrededor del mundo, habían bastado al revivido heredero para rendir un sentido homenaje a los que le precedieron.. Ante los ojos de antiguos “compañeros” y muchos admiradores, esta bellísima maquina despegaba y maniobraba con mas agilidad, pero que a sus tripulantes de ese día les había costado meter y amarrar en el puerto, tras remolcarles la lancha “Pollensa II”, no atreviéndose por si mismo a abandonar el agua, y subir a la rampa que pisaron sus ancestros para acabar de completar sus mismos pasos. (Colección Pollensa >> ver mas info debajo).
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