De vez en cuando El Al Israel nos sorprende trayendo a Barcelona sus aviones de gran fuselaje, en este caso un B777, el motivo: la unión de sus dos vuelos programados para este día en uno solo. Ojala realizasen esta operación más a menudo.
Fotografía dedicada a mi padre que no pudo presenciar la llegada de este precioso ejemplar de la aerolínea israelí y bien seguro le habría gustado verlo en directo. Este es mi humilde regalo para el Día del Padre.
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