|
|
Remarks |
|
En ese año la plataforma del 94 Grupo de Experimentación del INTA estaba llena de viejos aviones, muchos de ellos fabricados con licencia alemana. Casi todos tenían el mismo problema: sus motores originales o no llegaron o estaban hechos unos zorros sin repuestos. La odisea inacabable de nuestra industria, durante años tratando de conseguir motores para ellos, fue un martirio sin proveedores exteriores que nos vendieran algo decente, hasta el punto de que ese año, antes de entrar en servicio operativo, ya estaban anticuados conviviendo inmediatamente con los Sabres, e incluso otros más modernos antes de finalizar su vida en el EA.
|
|
|