Me gustaría dedicar esta foto a Alfonso Cantos, a quien echamos mucho de menos. Tras la "despedida" de los F-4 de la Luftwaffe el año pasado en Wittmundo, muchos no creímos poder volver a contemplar esta escena... Pero Zeus y demás dioses griegos fueron clementes y nos enviaron un par de estas espléndidas bestias, aunque, por desgracia, solo voló este RF-4E-46-MC (7496)... y le costó hacerlo...