Como si no fuese bastante raro "per se", otra de las peculiaridades del SAAB 105 eran sus aerofrenos, dos "rodajas" metálicas perforadas para perturbar menos el flujo de aire, que se extendían bajo el fuselaje trasero, tras el tren principal. Este 105Ö se distingue de los suecos por sus motores J85, frente a los Turboméca Aubisque de la Svenska Flygvapnet
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