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He de reconocer que yo no era muy de museos aeronáuticos pero hay que reconocer que los de Alemania son una pasada y cada vez que voy a ese país visito alguno. Speyer está a una hora de Frankfurt y por sólo 16 euros tienes para unas buenas tres o cuatro horitas de no parar de hacer fotos, con la guinda de este B747-200 con el que, casualidades de la vida, volé un FRA-MIA en febrero de 2001
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