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Remarks |
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Ese día había más viento de cola y más cruzado que lo habitual. El avión para en el borde de la rampa, prueba frenos y motores, iniciando luego el descenso suavemente. Al entrar la rueda de morro en el agua los frenos no es conveniente emplearlos y las hélices, ya en reversa reteniendo el descenso, aumentan de revoluciones soplando fuertemente el agua (tal vez bajaba mas rápido de la cuenta, ¡cuidado!). Se origina este espectáculo de pulverizado masivo que casi envuelve completamente el avión desplazándose con él. Solo dura poco más de 20 segundos hasta que las ruedas traseras flotan y el avión bascula hundiéndose de cola (¡la suavidad era esencial!). La lancha auxiliar (fuera de cuadro) informa a la tripulación, en cada instante, si hay que corregir. Tuve suerte, fueron 48 fotos en ráfaga continua, y la brisa viva hizo lo demás. (Foto recortada para mostrar la dirección la brisa hacia la derecha)
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