La versión super-corta de B737 se diseño con el objetivo de acceder al mercado de capacidad cercana a las 100 plazas. La exitosa irrupción de aviones específicamente desarrollados para este segmento (CRJ y Embrarer), ha condenado, tanto al B736 como a su homologo A318, a una presencia marginal en nuestros aeropuertos.