Sí que son bonitos. La pena fue el día tan gris que salió. Y lo que es espectacular es verlos despegar. Suelen ir cargados hasta arriba y parece que les cuesta subir. Una vez que se van al aire recorren parte de la pista bastante pegados al suelo, con el tren arriba y echando fuego por las toberas. Vamos, todo un espectáculo. A ver si consigo cazarlos algún día así.