Simplemente alucinante el despegue que se marcó este pequeñajo: leve rotación en el primer tercio de pista, lo suficiente como para elevarse a un par de metros del suelo e inmediata recogida del tren de aterrizaje y mantener altitud hasta el final de la pista, donde rotó e inició una trepada impresionante hasta desaparecer entre las nubes un segundo después...
Si se fijan podrán apreciar que el tren de aterrizaje ya se está empezando a guardar.
Siempre se agradecen los despegues típicos de la aviación "de verdad".