Hubo una época lejana en la que las estrictas normas de IATA probihían a sus miembros operar vuelos charter, excepto bajo severas condiciones (grupos de interés, etc) La mayoría de los "flag carriers" de entonces sortearon esta dificultad creando filiales no afiliadas a IATA que, por tanto, no tenían necesidad de acatar tales normas. Sabena tenía a Sobelair como "segunda marca", y ésta usaba aviones de la compañía matriz o adquiría otros cuando precisaba mayor capacidad. Este es el caso de este -373C-H (nuestro viejo conocido c/n 19442), que fue comprado por el transportista belga en 01/79 (KR64/Nikon Coolscan V)