Enviado por
José María Rebés

La ergonomía de un viaje de avión: los asientos

 Fecha y hora de inicio
 
07/06/2017 12:55:37
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Sinceramente, odio tener que compartir el reposabrazos de mi asiento con el pasajero que se sienta inmediatamente a mi lado. En realidad soy de aquellos que lo ceden, antes que disputarlo enfrentándome con el vecino de fila. Cuando viajo en la típica configuración de tres asientos de los aviones de medio alcance y estoy en el central ya sé que viajaré sin apoyos todo el vuelo. Claro, normalmente se trata de vuelos de un par de horas como máximo, algo soportable salvo que alguno de mis vecinos tenga la suficiente corpulencia como para invadir mi "espacio aéreo". Y eso sucede a menudo, ¡ya lo creo que sucede!

Los primeros aviones en los que volé fueron los B727 y los DC-9, los habituales de Iberia y Aviaco de mediados de los años 70, la época en la que pisé por primera vez un avión. Los Boeing 727 tenían una configuración de 3+3, como la mayoría de los aviones de medio alcance actuales (A320, B737, etc.), y no eran mucho más cómodos. En Puente Aéreo los pasajeros hacíamos carreras para situarnos en los pocos asientos en los que podías estirar las piernas, los situados justo tras la puerta 2R. En los demás asientos del avión debías ir encogido. Eso sí, podías fumar (se pudo hasta bien entrados los 90').

Cuesta imaginar vuelos cómodos en "clase turista", apretados como sardinas en lata, los pasajeros debemos hacer frente a problemas de aquellos de los que en el ámbito laboral significarían sanciones para la empresa:

- Insuficiente espacio para estirar las piernas, o simplemente para mantenerlas en el espacio habilitado sin contactar el asiento delantero.
- Respaldos que imposibilitan el descanso, al no envolver adecuadamente la espalda. A menudo la zona superior del respaldo se inclina hacia atrás, de forma que has de apoyar la cabeza en posición inclinada hacia atrás, con el consiguiente dolor cervical. A veces, por el contrario, un pretendido apoyo para la cabeza te fuerza a tenerla inclinada hacia delante, y si te duermes simplemente "se cae" hacia delante, y tú con ella.
- Carencia de apoya brazos individuales.
- Imposibilidad de regulación en altura de los asientos. Tanto si mides 1,80 como si mides 1,60 o 2,10 la correcta posición sentado es aquella en la que tienes las piernas en 90º y la espalda recta. Si no puedes regular en altura el asiento no podrás asegurarte esa posición, y entonces te arriesgas a someter a tus extremidades a una circulación sanguínea forzada y a sus articulaciones a posturas prolongadas que provocan dolor.
- Insuficiente anchura de los asientos, que te obligan a mantener el cuerpo encajado entre los brazos, con poco margen -o ninguno- para cambios posturales que ayuden a mejorar el tono muscular durante el vuelo.

Voluntariamente acudo a normas de seguridad en el trabajo para tratar la falta de ergonomía de los asientos de las clases turista de los aviones, porque son normas pensadas para tiempos de permanencia en la silla de más de algunos minutos. Y en algunos trayectos los pasajeros deben soportan media jornada laboral (4 horas) o más en esos reducidos asientos. Los consejos incluidos en la hoja que la compañía del seguro de la empresa en la que trabajo nos distribuyó dice que los asientos:

- Deben tener un respaldo regulable en altura y en inclinación.
- Deben tener un respaldo que abrace la zona lumbar.
- Deben tener reposabrazos regulables en altura (si los tienen). Los reposabrazos sirven además para ayudarse a levantarse, algo que muchos pasajeros de avión ignoran.
- Deben ser regulables en altura.
- El asiento (la parte horizontal) debe ser de inclinación regulable.
- Deben tener un acolchado en las zonas de apoyo del cuerpo de al menos 20mm de espesor.
- El borde delante del asiento (parte horizontal) debe ser redondeado, para evitar cortes circulatorios en las piernas.

Varias leyes españolas cubren estos aspectos de la seguridad en el trabajo, pero obviamente no son de aplicación en cabinas de pasajeros de aviones, aunque muchos de los pasajeros vuelan justamente en "viaje de negocios", trabajando en el avión, desplegando su ordenador portátil y manejándolo haciendo malabarismos posturales.

¿Qué dicen las normas de aviación civil españolas? Lo único que dicen es cuantos asientos de pasajeros se pueden habilitar como máximo en un avión dado, la llamada "configuración máxima operativa de asientos de pasajeros" (Maximum Operational Passenger Seating Configuration, MOPSC). A partir de ahí el resto es libre decisión de la compañía aérea: distancia entre filas, asientos por fila, ancho y altura de los asientos... no hay regulación aplicable sobre esos aspectos. Obviamente cuando más "low-cost" sea una compañía más plazas tendrá un avión, lo que significa que los asientos serán más pequeños, las filas más apretadas y la comodidad menor.

[Nota: para las siguientes cifras he utilizado los valores indicados en seatguru.com, no respondo de su fiabilidad, en otras webs encuentro otros valores]

Así, se puede verificar que mientras Lufthansa en sus A320 dispone de un pitch (distancia entre asiento y asiento en su parte superior) de 30" (76,20cm) en Iberia el pitch es de 28" (71,12cm) y en easyJet de 29" (73,66cm). Ryanair en sus B737 tiene un pitch de 30" y Air Europa de 31" (78,74cm). Es decir, si vas en un A320 de Iberia lo tienes realmente mal si tu estatura es de más de 1,73, que es la altura promedio en varones.

La distancia promedio nalga-rodilla en varones es de unos 56cm, para esos 1,73 de altura, pero si mides 1,84 entonces tu distancia nalga-rodilla será de unos 65cm, en promedio, por supuesto, que siempre hay "paticortos" y "patilargos". Con una distancia de 71cm entre asientos y un físico de 65cm solo quedan 6cm para el grueso del respaldo, que por compararlo con algo conocido por todos te diré que es como el ancho de un paquete de tabaco. Está claro que los asientos son más gruesos que esa medida, así es que decididamente si mides 1,84 más vale que no vueles con Iberia en clase turista en un A320. Según estudios antropométricos acerca de la población española, la distancia promedio nalga-rodilla en varones era de 59cm en 1999.

¿Y qué decir de las mujeres? Pues resulta que en el caso de las mujeres su distancia nalga-rodilla es proporcionalmente más elevada que la de los varones, así es que para una misma altura que un varón lo tiene peor la mujer.

Si te sientas relajadamente, es decir, si no aprietas las lumbares contra el respaldo, debes añadir un margen de unos 10cm más a la distancia nalga-rodilla, o sea, si mides 1,73 y eres varón, necesitarás 75cm más el grueso del asiento como distancia pitch. Ya ves que ni en el mejor de los casos podrás relajarte en clase turista.

En cuanto al ancho de los asientos, como ya sabemos en clase turista no vamos a disponer de mucho espacio, pero eso sí, no dependerá de la compañía para un modelo de avión dado. Un A320 de easyJet o de Lufthansa nos da 18" (45,72cm), Iberia en cambio 17" (43,18cm), al igual que Ryanair o Air Europa en sus B737. No hay pues mucha diferencia, un par de centímetros, pero claro, ¿cuan ancho eres? Un varón de estatura media tiene unos 45cm de hombro a hombro, y uno de 1,84cm de altura tiene 51cm, es decir, es más ancho que el asiento. Y eso son los promedios sin sobrepeso ni en personas altamente musculadas, por supuesto. Y si hablamos del ancho de las caderas, el promedio viene a ser de unos 36cm en la población española (sigo dejando aparte los casos extremos). Si la distancia entre asientos es de 45cm entonces quedan 9cm para el ancho los reposabrazos. Si son más anchos de ese valor entonces irás encajado por completo en tu asiento. En realidad son algo más estrechos de ese valor.

¡Ah! Y más vale no vestir ropas muy gruesas al subir a un avión, para evitar quedar embutido en el asiento.

Saludos cordiales,

José María Rebés
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Respondido por
Antonio Lorente Bruñas

 Respuesta 6
 
08/06/2017 12:32:54

Yo quiero romper una lanza en favor de las compañías aéreas.

D. José María ha hecho una acertada exposición de la situación de las cabinas de pasajeros, comparando medidas con la única referencia que se me ocurre. De ello podemos extraer que, una persona de tamaño medio, a duras penas "encaja" en los asientos actuales. Con frecuencia se cae en el recurso fácil de "es que antes...", cosa que el autor, inteligentemente ha evitado.

Lo que creo que debemos preguntarnos es ¿cuánto estamos pagando por los billetes de avión? En el año 2000 recuerdo que pagar 300€ i/v por un billete a Canarias era lo habitual. Hoy en día si cuesta más de 200€ ya nos parece caro. ¿cómo es posible? Porque las compañías han recortado al máximo para ofrecer lo que los pasajeros demandan, billetes muy muy baratos. Y eso es a costa de renunciar a cosas, entre ellas el espacio entre asientos.
Si de verdad buscásemos un servicio mejor, premiaríamos a las mejores compañías viajando con ellas y pagando más. ¿Pero cuales son las que crecen? Las que venden los vuelos más baratos.

Creo que queremos viajar con la comodidad y los servicios de hace 30 años pero con el precio de 2017, y eso no es posible. En el fondo, nos dan lo que queremos.

Y por supuesto estoy interesado en escuchar otras opiniones :-)

Gracias José María por el post, un saludo







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