Las primeras inspecciones sobre el accidente de helicóptero en el que ayer fallecieron en Teruel seis miembros de una brigada de lucha contra incendios y otro resultó herido grave apuntan a que el aparato sufrió algún fallo mecánico, dado que el piloto intentó un aterrizaje de emergencia. Según han informado a Efe fuentes de la investigación, hay señales evidentes de que el helicóptero rozó un montículo junto a la explanada en la que finalmente cayó y de que el piloto intentó un aterrizaje de emergencia. Las investigaciones se centran en esclarecer por qué intentó ese aterrizaje y para eso, será fundamental el testimonio que preste el único superviviente del accidente, Ángel A.C., de 39 años, natural de Zaragoza y vecino de Ladruñán-Castellote (Teruel), quien está ingresado, estable, en el Hospital Obispo Polanco de Teruel y al que ya han comenzado a retirar la sedación. En el momento en el que los médicos consideren que está en perfectas condiciones se le tomará declaración, previsiblemente mañana, según las mismas fuentes, que han precisado que hoy se han practicado las autopsias y que se han tomado muestras del cadáver del piloto para realizar pruebas toxicológicas y para determinar si pudo sufrir algún problema médico. Hoy, las localidades turolenses de Andorra y Torre de Arcas, de donde eran tres de los fallecidos, Rafael A.O., de 40 años, Francisco Javier B.O., de 33, y Esteban G.G., 35, despedían a los tres brigadistas, mientras que mañana está previsto el funeral por otra de las víctimas en Alcañiz. Por su parte, el Gobierno de Aragón, que decretó ayer dos días de luto oficial y suspendió todos los actos previstos para hoy, ultima la preparación de un funeral en memoria de las víctimas que se celebrará previsiblemente el martes, en Alcorisa, oficiado por el obispo de Teruel, Carlos Manuel Escribano. El accidente del helicóptero ocurrió ayer en torno a las 13.30 horas en una zona de montículos de escasa altura y con buena visibilidad cuando la brigada viajaba para participar en la extinción de un incendio en la localidad de Villel. En el siniestro murieron Angus T.G., de 35 años, y José Ramón M.S., de 24, ambos naturales y vecinos de Alcañiz; Francisco Javier B.O., de 33, y Esteban G.G., de 35, de Andorra (Teruel); Rafael A.O., de 40, nacido en Torre de Arcas y residente en Más de las Matas, y Albert B., el piloto del helicóptero, de 38 años y residente en Manresa (Barcelona). El accidente ha causado una gran consternación en las localidades de las que eran naturales los fallecidos y también en Alcorisa, sede de la brigada helitransportada del Gobierno de Aragón a la que pertenecían. En declaraciones a Efe, el alcalde de Andorra, Luis Ángel Romero, ha lamentado la muerte de los dos brigadistas de la localidad, de quienes ha destacado que eran «muy queridos y muy conocidos», que amaban la naturaleza y que «disfrutaban con su trabajo». Por su parte, la alcaldesa de Alcañiz, Amor Pascual, ha asegurado que la muerte de los dos jóvenes de la población ha causado una «conmoción absoluta» y «una tristeza muy grande» en el pueblo y ha resaltado que ambos pertenecían a dos familias muy conocidas de la población y estaban muy implicados con las actividades locales.
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