Enviado por
José María Rebés

La fascinación por volar

 Fecha y hora de inicio
 
21/01/2012 10:30:49
1451 vistas

¿Habéis vivido alguna vez, vosotros los no profesionales de la aviación, algún Go-Around no preavisado? ¿Y alguno pre-avisado?

Yo los he vivido ambos. De los primeros el más impactante fue en Perú, aterrizando en Lima-Callao en media de una espesa nube, tan grande como todo el litoral central peruano, algo habitual allí durante muchos meses. Viajaba en un B737-204 de TANS Perú, un vuelo entre Cuzco y Lima-Callao. Por dos veces consecutivas, estando ya en aproximación, el avión perdió ostensiblemente sustensación por cambio brusco del viento, supongo. En la primera ocasión una de las azafatas se golpeó fuertemente, en la segunda ya estábamos todos prevenidos ... y muchos seguro que rezando, los gritos de pánico atronaron el ambiente. Tras el segundo incidente los motores rugieron y el avión ascendió como una bestia enardecida por encima de las nubes. Más tarde aterrizamos en otra configuración de pista, lamento no ser más preciso, las nubes impedían saber si realmente era así, pero esa fue mi sensación. No hubo explicaciones por megafonía.

Ese rugir de los motores es inolvidable, justo cuando están en baja potencia por la aproximación el diferencial los hace más ensordecedores. Notas la inmensa potencia, cómo te pegas al asiento y te das cuenta de que no es lo mismo que al despegue, cuando tu cuerpo está sicológicamente preparado para la aceleración y para la rotación. Además, dentro de la espesa nube solo tienes la sensación, o el deseo, de que estás subiendo, pero no puedes confirmarlo visualmente hasta que el avión traspasa la capa y sale al cielo abierto. Entonces es cuando aprecias el ángulo de subida, entonces piensas en el cetáceo que salta juguetón por encima de la superficie del mar, el mar son las nubes y tú vas en el cetáceo. Al ver el cielo azul te tranquilizas, ya sabes que ese rugir no es para combatir un enemigo invisible, ya estás de nuevo en un entorno sin fantasmas.

El otro no pre-avisado lo viví aterrizando en Marrakech con Clickair, en vuelo desde Barcelona con el comandante José Martínez a los mandos. La aproximación a Marrakech es de aquellas largas y fáciles, nada espectacular. La tierra seca marroquí desfila ante la ventanilla, vas apreciando las fases de la aproximación, los flaps, slats, el tren de aterrizaje, todo normal. Justo en el touchdown de repente los motores a toda potencia indican que algo ya no es normal. El avión se eleva sin tocar de nuevo la pista, aunque ¿realmente fue así? ¿Pudo despegar sin rodar por la pista? Esa fue la sensación de todos, que el avión tocó con la rueda derecha del tren principal para elevarse sin posarse en tierra. Nueva aproximación y aterrizaje, sin más explicaciones.

Unos pocos meses más tarde coincidí con el mismo comandante en un vuelo Bilbao-Barcelona. En pleno vuelo solicité a la sobrecargo que trasladara al comandante la pregunta de que qué sucedió en aquél aterrizaje en Marrakech. A los pocos segundos la sobrecargo me indicó que entrara en cabina, que el comandante me atendería personalmente. Allí él sacó su libro de rutas y tras un instante de reflexión me dijo: "Había tráfico en pista, mi copiloto me lo señaló y subimos sin pensarlo dos veces. No nos avisaron desde control, lo vió el copiloto".

Mi otro Go-Around fue aterrizando en Mahón, en vuelo desde Barcelona, a bordo de un MD-87 de Iberia. Aquél sí que fue pre-avisado. Las condiciones de visibilidad eran muy pobres a causa de la niebla. Antes de descender el avión dió varias vueltas en espera, cinco me pareció contar e intentó una única aproximación, tras la cual enfiló el camino de regreso a Barcelona. En todo momento estuvimos los pasajeros avisados de la situación en el aeropuerto y de la posibilidad de volver al origen, como sucedió. Además ese tipo de Go-Around no es tan rugiente, cuando los motores suben de potencia lo esperas, aunque no lo desees, quieres aterrizar, y en definitiva estás tan preparado como en un despegue.

¿Habéis vivido situaciones parecidas?

Buen fin de semana a todos,

José María
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Respondido por
Agustín Alvarez

 Respuesta 1
 
21/01/2012 10:46:23

La verdad José María me encantan tus posts.
Todavía no he vivido ningún go around, pero jamás olvidaré lo que me ocurrió en Atlanta hace año medio mas o menos:
Era de noche y nos disponíamos a despegar de Atlanta hacia Orlando en un 752 de Delta, la carrera de despegue cortísima, mientras caían algunas gotas que presagiaban lo que vendría después.
Mientras ascendemos el avión se mete en una nube, mirando por la ventana, solo se ve un cortina de agua que entra ferozmente en el motor.
Por megafonía indican algo, en un inglés americano imposible de entender, entonces la gente se agarra a sus asientos y los motores del Boeing dejan de rugir, no estaban apagados, estaban al ralentí, pero esto hizo que cundiera el pánico. El avión se mantuvo durante diez minutos así y después ascendimos de nuevo, esta vez con poco lluvia. Jamás olvidaré mis manos sudadas y esas luces stroboscópicas dandole un tono dramático a la situación.
Nunca lo había pasada tan bien y tan mal dentro de un avión.

Saludos.
Agustín A. ;)!



Respondido por
Manu B.

 Respuesta 3
 
21/01/2012 11:36:18

Hola Jose María, yo también he vivido un Go-around no hace mucho tiempo (Octubre 2011).
Era un vuelo de Iberia entre Madrid y Nueva York. En Nueva York hacía muy buen tiempo, aunque era de noche, pero había buena visibilidad. Nada predecía un Go-around. Empezamos a descender, tren abajo, las casas empiezan a verse cada vez más y más cerca, se empieza a ver el aeropuerto, las calles de rodaje.... y de repente un rugido, una sensación de velocidad, y veo que volvemos a elevarnos. 10 minutos después aterrizaríamos sin problema en el segundo intento.
Tras el vuelo, pude hablar con el comandante, el cual me contó que el go-around se lo esperaban. Según me dijo, los controladones nos habían acercado demasiado al avión precedente, y ya que el 340-600 es unos de los aviones que más rápido van durante la aproximación, íbamos ganando terreno al avión que nos precedía, hasta que a tan solo 40 pies del suelo tuvimos que elevarmos de nuevo ya que el avión aun no había abandonado la pista
Un saludo!!

Respondido por
Ramón Iglesias

 Respuesta 4
 
21/01/2012 20:18:28

Yo personalmente he vivido 3 Go-around, aunque realmente han sido 4, pues uno de ellos fué doble.
El primero fue con Air France en un vuelo París (CDG) Barcelona(BCN), el motivo fue un tráfico en pista.
El segundo fué con Avianca en un vuelo Bogotá (BOG) Quito (UIO).Había una niebla muy intensa, e hicimos un primer intento que resultó fallido.Después del Go-around, dimos la vuelta e hicimos un segundo intento de aterrizar que también resulto infructuoso.Antes de iniciar el tercer intento de aproximación, el comandante nos avisó de que si nuevamente fracasabamos, regresariamos al aeropuerto de origen.Al tercer intento, lo conseguimos.
Y la última vez, fue el pasado mes de diciembre en un vuelo de Ryanair de Barcelona (BCN) a Charleroi Brussels Sud (CRL).Motivo:niebla intensa
Un saludo

Respondido por
Víctor Cabrera

 Respuesta 5
 
21/01/2012 21:55:35


El que conozca Tenerife Norte sabe lo que se juega cada vez que va uno allí. Salíamos de Madrid sobre las 3, y a medida que llegábamos a Los Rodeos la típica niebla infernal. El comandante finalizaba la aproximación, y cuando parecía que ya todo estaba perdido,,,,,remontó de forma increíble. Una azafata de Iberia muy experimentada que charlaba conmigo en la parte de atrás (ya que prácticamente el avión iba vacío) me cogío de las manos en esos momentos porque sinceramente,,,,parecía el último. La pobre chica, con dos niños chicos me dijo cuando aterrizamos,,,,esta ruta a TFN me va a matar de un infarto o,,,,,

Esto fue hace unos 4 años.

Afortunadamente, la mayoría de las ocasiones puedo elegir Tfs, porque lo otro es jugar a la ruleta rusa.




Respondido por
Alejandro Bethencourt (Canary Islands Spotting)

 Respuesta 9
 
22/01/2012 00:36:23

Buenas noches,
Yo he vivido un go around en mi vida, precisamente en TFN, nada del otro mundo, había poca visibilidad, pero el comandante intentó un aterrizaje y tuvo que frustrarlo sin ningun problema. Fuimos directos a TFS y aterrizamos sin más problemas.
Además de mi experiencia, quería comentar en este post el comentario más que exagerado para mi entender de Víctor y sobre todo de la azafata del vuelo. TFN, con el tráfico diario que tiene, es imposible que sea tan inseguro como para que las tripulaciones que lo frecuentan pasen miedo a la hora de volar a él. Yo personalmente en TFS he visto B757 moviéndose a causa del viento como auténticos aviones de papel, cosa que en TFN, no lo he visto.
A todos los que vengan o tengan pensado venir a TFN, que sepan que NO es una ruleta rusa, todo lo contrario, un aeropuerto pequeño pero coqueto y con una aproximación muy bonita.

SALUDOS.

Respondido por
Juan M. Gonzalez

 Respuesta 10
 
22/01/2012 01:57:12

Yo lo sufrí en Barajas en un vuelo nocturno a bordo de un F-27. Tras indicarnos que aterrizaríamos en pocos segundos, trascurrieron estos en lo que parecía una aproximación e incluso vi nuestras luces de aterrizaje (curioso, miraba por la ventanilla) y algunas cercanas del alumbrado urbano, pero el tren no se desplegó, cosas que pasaron desapercibidas para el resto del pasaje. Suavemente seguimos volando durante mas de veinte minutos sin que nada se dijera por la megafonia y con la sensación de volver a mayor nivel pues nada de luces exteriores. Yo parecía el único que sabia estas circunstancias y llegué a inquietarme (incluso con algo de miedo, única vez que lo he sentido en un avión) por si realmente teníamos una avería en el tren, pues en 1971, a mas de las cuatro de la mañana no parecía haber mucho trafico, y querían disimularlo. No me atreví a preguntar por discreción, y cuando, a casi media hora, tomamos con normalidad respire a fondo. Nunca llegue a enterarme del porqué de aquel extraño silencio después del primer anuncio y los demás pasajeros tampoco dijeron ni pio o no se "coscaron" de la anomalía...

Respondido por
José María Rebés

 Respuesta 11
 
22/01/2012 12:14:39

Agustín ¡gracias!

Lo más satisfactorio de una experiencia complicada, como la primera que describí, es la sensación de que está todo controlado y previsto. Pero no todos experimentamos las mismas sensaciones ante el mismo hecho, alguno tratará de no volver a subir nunca a un avión, mientras que otros lo seguimos haciendo con el convencimiento de que es el medio de transporte más seguro.

Tuve hace años un compañero de trabajo que afirmaba tene pánico a los aviones a pesar de no haber volado nunca. Durante muchos años evitó hacerlo, prefería largos desplazamientos en coche o tren a subirse a un avión. Pero un día la empresa le envió a hacer un curso de un día a Madrid y le reservaron un billete de puente aéreo. Ibamos los dos en el avión, y puedo decir que cuando embarcamos mi compañero estaba a punto de un shock nervioso. Cuando bajamos del avión, tras un vuelo extraordinariamente normal, tenía 39 de fiebre; no pudo asistir al curso y que yo sepa nunca más voló. De aquel lugar volvió en un coche de alquiler que se pagó él mismo.

Respondido por
Agustín Alvarez

 Respuesta 12
 
22/01/2012 12:52:41

Exacto! Quieras o no sabes que está todo controlado.
Recuerdo lo mal que lo pasé en Atlanta debido a tanto movimiento del 757, pero al final, uno se queda maravillado de como un avión entra y sale de una tormenta, sabes que el piloto lo tiene todo controlado, que si reduce los motores hasta casi ni oirlos es probablemente debido al fuerte aguacero. Pero, lo verdaderamente tranquilizante en aquella situación (insisto, la peor que he vivido) es que delante nuestro despegaron dos pequeños CRJ-200 que sabes que están peor que tú. Entoces cuando te das cuenta de que todo está controlado y que dentro de las 'inclemencias meteorológicas', está todo bien, es cuando empiezas a disfrutar de la situación, es cuando comienzas a pasarlo BIEN.
Miras a la gente agarrándose unos a otros, algunos gritan, pero yo en cambio estoy callado, mirando por la ventanilla como el 757 lucha contra el agua, el viento... Es probable que fuera de los pocos que estuviera ''disfrutando'' de la situación, porque las pobres azafatas iban bien agarradas a su asiento.
Tal vez los pilotos estuvieran también disfrutando.
O a lo mejor yo estoy loco, la situacion era extrema y los pilotos estuvieran empapados en sudor, tratando de salvar la situación, pero prefiero pensar que no ;)!

Y si alguien tiene ganas de pasarlo bien y mal, que se vaya a Madeira, para que vea lo que es una aproximación ''movidita''.

Un saludo.

Agustín A. ;)!

Respondido por
Ismael -Costa del Sol Spotters- (Fuengirola)

 Respuesta 13
 
22/01/2012 15:22:29

Hola a todos.

José María. Tus relatos han sido muy descriptivos; con ellos consigues que mentalmente imagine las secuencias de lo ocurrido.

Haciendo un breve ejercicio memorístico, mis experiencias de vuelo se limitan a unos treinta y tantos despegues y otros tantos aterrizajes (lógico esto último). He volado en: cessna, A-330, A320, B-737, MD-82, CRJ-200, ATR-72. Seguro que habré volado en otro modelo, pero hace algún tiempo, mi interés por los aviones se limitaba únicamente en que volase y poco más.

Después de esta introducción, voy al tema en cuestión.
En noviembre del 2007 decidí regalarle a mi esposa, por su 40 cumpleaños, una escapada a la imperial y romántica ciudad de Viena. Volamos con Clickair desde Málaga a Viena haciendo trasbordo (y noche en el viaje de ida) en Barcelona. Los vuelos fueron los siguientes: día 15 (XG-1024), día 16 (XG-1140), día 20 (XG1139) y día 20 (XG1025), todos en A-320. Fue en este último vuelo donde vivimos la inolvidable experiencia del “go-around”.
En el tiempo de trasbordo en Barcelona, tuvimos tiempo de hablar con la familia y nos habían comentado que en Málaga hacía mal tiempo, esto no me preocupó demasiado, pues unos días antes habíamos aterrizado en el aeropuerto de Viena mientras caía una copiosa nevada y todo fue como la seda.
Despegamos de Barcelona a las 18:15 y todo el vuelo se realizó con absoluta normalidad. Cuando faltaban unos diez minutos para aterrizar, el comandante informó de que la climatología en Málaga era ligeramente adversa; lluvias y rachas de viento intermitentes, cosa que tampoco me llamó mucho la atención, ni me hizo presagiar la experiencia que en pocos minutos íbamos a vivir.
Entramos por el mar, y notaba que conforme el avión descendía, los movimientos se volvían más bruscos; eran sacudidas de lado a lado y de arriba abajo. Esto, aunque me incomodó un poco, tampoco me hizo sentir demasiado miedo. Lo que sí hizo que me agarrase a mi asiento fue cuando sentí como si el avión frenase y acelerase, esto, unido a los movimientos antes descritos, me hicieron pensar que algo iba mal. Agarré la mano de mi esposa, miré por la ventanilla y vi que estábamos sobre la carretera que hay en la cabecera de pista, en ese momento sentí y oí como los motores rugieron y el avión levantó el morro elevándose rápidamente de la pista de aterrizaje.
A los pocos segundos el comandante comunicó al pasaje que justo en el momento de aterrizar habían entrado unas fuertes rachas de viento y que había decido hacer un “go-around”. Dimos una vuelta y en la segunda aproximación el aterrizaje fue perfecto. Podéis imaginar que todo el pasaje se puso a aplaudir al piloto por llevarnos sanos y salvos a nuestro destino.
Esta experiencia me ha enseñado que volar es seguro, y que el piloto es el primero que no quiere correr riesgos innecesarios, ni para el pasaje, ni para la tripulación, ni para la aeronave.
Saludos
Ismael.




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