"Vamos a ver", debieron pensar, "si hay que hacerlo más difícil seguro que nosotros podemos hacerlo". Corría el año 1955 cuando lo consiguieron, justamente tal día como hoy, el 10 de diciembre de 1955 aquel curioso avión, con algo de cohete, con diseño de ala en delta, hizo su primer vuelo registrado.
Su nombre oficial fue "Ryan X-13 Vertijet", aunque la compañía Ryan Aeronautical, de San Diego, le dio el nombre menos comercial de "Modelo 69". Lo de "Vertijet" se refiere a su capacidad de despegar en vertical (como un cohete, no como un Harrier), con aterrizaje también en vertical. Se construyeron dos prototipos, que fueron matriculados como 54-1619 y 54-1620. El de la fotografía es el 54-1619, y se conserva en el Museo del Aire y el Espacio de San Diego (California, EEUU). Este avión fue el que hizo el primer vuelo, el día 10 de diciembre de 1955, pero no fue un verdadero test de las posibilidades del aparato, puesto que realizó solamente un vuelo horizontal llevando un tren de aterrizaje provisional.
El 54-1620 se conserva en el Museo Nacional de la Fuerza Aérea de los EEUU, en Dayton (Ohio). Este último fue el que realizó el primer test completo, el 11 de abril de 1957, en la famosa Base Edwards de la Fuerza Aérea de los EEUU.
El principio de ascensión del aparato es tan simple como efectivo: el aparato pesa menos que el impulso de los motores, al igual que en un cohete o en cualquier otro avión posterior de ascenso vertical, como el Harrier.
El objetivo buscado era el de conseguir un aparato con capacidad de ascenso rápido (vertical) en vuelo de intercepción. Los prototipos del X-13 fueron aviones subsónicos, pero la intención del fabricante era la de dotar más adelante a esos aviones de motores capaces de llevar a los aviones más allá de la velocidad del sonido. El despegue en vertical podía ayudar a llevar los aviones en buques, permitiendo el despegue de más aparatos que en despegues convencionales en el mismo tiempo. A la vez los buques portaaeronaves podían ser más pequeños y mejor armados para el combate. Otra ventaja, no menos importante, podía ser la de aterrizar en cualquier sitio sin necesidad de disponer de una pista de aterrizaje, al estilo de un helicóptero.
En el vuelo definitivo, el de 1957, supuso una verdadera sorpresa para algunos de los oficiales e ingenieros de las Fuerzas Aéreas, que no conocían bien el proyecto. Ante ellos se encontraba en posición vertical un avión sin tren de aterrizaje, y sustentado por el cable de una plataforma transportable. Algunos lo compararon con un monstruoso vampiro. A su vez esa plataforma podía replegarse, como lo hacen los volquetes de un camión, para transportar el avión encima de la plataforma.
El avión comenzó entonces a elevarse suave y lentamente, y volvió a descender también de forma suave y lenta, sin llegar a tocar tierra, para nuevamente ascender con gran aceleración, mientras se inclinaba a una posición de vuelo convencional. Minutos después procedió a descender, a estabilizarse en vuelo vertical controlado y a aterrizar en la misma plataforma, enganchando el cable y usándolo para acercarse a la plataforma de despegue/aterrizaje, sin llegar nunca a tocar el suelo. Habían pasado unos 20 minutos en total desde su despegue. El X-13 54-1620 había hecho historia, siendo el primer avión en completar una prueba de VTOL (Vertical Take-Off and Landing).
No fue el primer VTOL construido, anteriormente se había experimentado con este tipo de aviones son el Convair XFY-1 Pongo, que a diferencia del X-13 tenía dobles estabilizadores que junto con las 2 alas deltas le permitían apoyarse en vertical en tierra, algo parecido al famoso cohete con el que el personaje de dibujos Tintín consigue llegar a la Luna. Pero el XFY-1 fue un prototipo de hélice (con la hélice en el morro) mientras que el X-13 fue un jet. Además el primero era de difícil manejo en el aterrizaje, mientras que en el segundo se había solucionado mucho mejor la maniobra de control del aparato. El proyecto del Convair fue definitivamente abandonado en agosto de 1955, aun cuando el prototipo realizara su último vuelo en noviembre de 1956.
Posteriormente, en julio de 1957, el X-13 hizo una demostración en la capital Washington, cruzando el río Potomac y aterrizando en el Pentágono. De todas formas el proyecto fue abandonado, a pesar del éxito de las pruebas.
Os recomiendo que le echéis un vistazo a las fotografías que encontraréis en https://www.flickr.com/photos/sdasmarchives/tags/ryanx13vertijet/
Y en vídeo en https://www.youtube.com/watch?v=kZcpg70Ewbw
Saludos,
José María
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