Publicado el 27-05-09 , por A. Marimón
Los centros que engloban la red de Aena caen el doble que la media del sector por el batacazo de la demanda en España, que está llevando a las aerolíneas a los números rojos.
España se está convirtiendo en una de las principales víctimas del desplome de la demanda aérea en todo el mundo. Prácticamente todas sus aerolíneas están en números rojos y sus aeropuertos, que en el pasado se convirtieron en las estrellas de la industria, encabezan la caída del tráfico.
El mejor ejemplo es Madrid-Barajas, el mayor centro aéreo en España, que en los dos primeros meses de 2009 ha perdido un 17,6% de pasajeros, liderando, junto con el neoyorquino de JFK, el desplome de los mayores aeropuertos del mundo, según los últimos datos recopilados por ACI, la asociación internacional del sector.
Londres-Heathrow retrocedió un 5,6% en ese periodo y los otros grandes hub (centros de distribución de vuelos) de Europa, París-Charles de Gaulle y Fráncfort, caen un 7,6% y un 11,8%, respectivamente.
El Prat, el otro gran centro nacional de vuelos, ya no figura en la clasificación de mayores aeropuertos de ACI, como sí ocurría en los últimos años. Hasta febrero, perdió un 21,6% y un 17,5% entre enero y abril, según los últimos datos publicados por Aena, el gestor aeroportuario.
Prácticamente todos los aeropuertos del mundo están cayendo a plomo, pero los españoles figuran entre los peores. Mientras los centros que engloban ACI perdieron un 8,6% de pasajeros en los dos primeros meses, Aena cayó un 17,7% en ese periodo; y un 14,7% hasta abril, mes en el que se produjo una mejora del tráfico con un descenso del 5,1%, fundamentalmente por el factor estacional de la Semana Santa. “Descontando este efecto, también hubo un frenazo en los descensos de los meses anteriores”, subrayan desde Aena.
Varios factores explican que los centros nacionales sean los farolillos rojos. En primer lugar, el fuerte crecimiento que experimentó la demanda de vuelos doméstico y europeos en España desde mediados de la década, por la caída de los precios y la proliferación de rutas, tras la llegada de nuevas aerolíneas de bajo coste (Vueling y Clickair, ahora en proceso de fusión) y la ofensiva de Ryanair y easyJet, los dos grandes gigantes de los vuelos baratos. La crisis ha acabado con este boom.
La situación que atraviesan los aeropuertos de Aena es un reflejo de lo que ocurre en las aerolíneas nacionales. Iberia es una de las líneas aéreas que más pasajeros pierde (un 19,7% menos hasta marzo) y, en el primer trimestre, registró unos números rojos de 92 millones. Vueling, la otra aerolínea española cotizada, perdió 6,3 millones hasta marzo. Spanair y Clickair no ofrecen datos, pero también están en números rojos.
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